miércoles, abril 7

lunes, marzo 15

Escritorio Biblico, Un Organizador de información personal y apoyo para una vida Cristiana

Descripción
Escritorio Bíblico v2.0 es una avanzada herramienta informática única en su categoría, es un complemento y apoyo idóneo para llevar una vida plena en Cristo, indispensable para un líder, integra una Biblia en la cual el usuario puede marcar e ingresar comentarios para cada versículo, vincular estos con otros versículos y categorizarlos por temas, un líder puede agrupar versículos y pasajes para usarlos como apoyo para preparar sermones. Para el apoyo en el estudio bíblico cuenta con diccionario bíblico, teológico, griego, de nombres bíblicos, biografías de personajes bíblicos, concordancia y otros. Contiene una gran cantidad de versículos y pasajes bíclicos categorizados por temas, promesas, contextos, historias y parábolas listos para ser usados a la hora de ministrar palabra a una persona o para preparar un sermón; esta palabra bíblica puede ser compartida fácilmente por medio de correo electrónico. Cuenta también con una agenda, donde puede llevar toda su actividad cristiana como secular así como un devocional de lectura bíblica; cuenta con un administrador de tareas ideal para hacer seguimiento a la actividad de su Iglesia y personal. Permite llevar un registro de contactos con datos para creyente útil para administrar grupos como células, hermanos en Cristo e inconversos, puede enviar correo electrónico por grupos de contactos; para cada contacto puede manejar un expediente de asuntos.

Cuenta también con un editor de estudios y/o sermones donde puede hacer inserciones de versos bíblicos, estos estudios los puede compartir vía correo electrónico de una manera sencilla o a través de FTP con otros usuarios del software de cualquier otro país.

Por otro lado también cuenta con calendario eclesiástico donde puede consultar los periodos litúrgicos establecidos por la Iglesia, convertidor de fechas cristiano-judío, convertidor monetario de tiempos de Jesucristo a nuestro tiempo, reproductor de MP3 para que pueda escuchar sus audio libros, prédicas, alabanzas, etc. mientras trabaja en la computadora. 


 DESCARGAR: tienen dos opciones
para descomprimir pass:  juancrodriguez 


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Palabra Discipular Año V Semana 210

Mateo 25, 31-46. Nada es casualidad en este mundo cuando estamos atentos a ver como la dirección de Dios se hace patente siendo el problema es que o no tenemos ojos para ver o estamos tan atiborrados por los urgente y perecedero que no logramos ver la acción de Dios a través de tantas señales, y lo quiero decir respecto a esta misma palabra discipular que tratará del juicio a las naciones y en esto no escapamos los  que nos llamamos cristianos, desde la perspectiva del servicio al prójimo y precisamente estamos en medio de todo lo que significó la destrucción en nuestra nación, Chile, con un terremoto grado 8.8 y con tsunami que arrasaron los pueblos de las costas de la Séptima y Octava regiones agregando doble destrucción y junto a ello hoy mismo una de mis hermanas de facebook recibe del archivo “Mensajes de Jesús” este mismo texto que hoy estamos tratando. Para cualquiera que no cree e incluso para algunos que “creen” en Dios, pura casualidad. No mis amigos, desde el primero de Enero y todos ustedes han sido testigos en mis escritos de la “Palabra Discipular” y desde el púlpito de la iglesia donde soy pastor, empecé a hablar que este 2010 era un año peligroso, aunque no pensé que tanto, y eso que estamos aún en los comienzos del año, espero y ruego que no lo sea más, ni para nuestra nación ni las naciones vecinas. Creo que decir eso fue más que una predicción de una catástrofe, fue para prevenir la catástrofe, pues la oración puede todo, incluso para ordenar a la tierra y al mar para que se aquieten, pero no lo hicimos, pero continuábamos viviendo como si nada, pero aún estamos a tiempo, todavía es hora de oír a Dios y de actuar conforme en consecuencia a esa voz, es tiempo aún de desembarazarnos de todo lastre que nos asedia para ir adelante como nos dice nuestro hermano santo en el libro de Hebreos 12, aún es tiempo de dejar nuestras tibiezas y decidir firmemente por tomar en cuenta toda la Palabra de Dios, y por lo mismo es tiempo así de bendecir realmente nuestras naciones, las familias, las vidas de las personas, pues si los cristianos no están en la brecha delante del Destructor, quién va estarlo?.  La palabra de la semana pasada era muy relevante respecto a poner toda nuestra vida con todas sus capacidades y posibilidades al servicio de la multiplicación de ellas a favor de los hombres en nombre de Dios, la palabra de hoy, nos insta a ponernos en el lugar correcto respecto a servir a Cristo en medio del dolor de los hermanos, cuestión que en este tiempo en nuestra nación se hace urgente, pero que no tengamos que esperar ningún desastre más para lanzarnos a la vida reproductiva en las esperanzas tan necesarias para nuestra humanidad y que los cristianos ostentamos en abundancia.
  1. Toda la humanidad debe dar cuentas al Hijo de Dios (25, 31-33). Esto puede parecer una pretensión con mayúscula, y efectivamente lo es, pero lo es con toda la razón del universo. Oír este mensaje en labios del Nazareno, pobre, humilde, hambriento, con una tropa de seguidores que nadie daría un centavo por ellos, un grupo más bien de indigentes que no tenía dinero ni para hacer cantar un gallo, ni para pagar el mísero impuesto del templo, pareciera que este mensaje escapa a la comprensión de los oyentes inmediatos, incluso hasta el día de hoy nos impele a profundas reflexiones, pues como es que este Jesús tan sencillo y pobre puede establecerse como el que determine el juicio de la conciencia de las naciones(gr. etnias) todas. Para el escritor Mateo incorporar este capítulo universalista no fue problema si logramos comprender que el objetivo de esta presentación inicial está supeditado a llevar a la iglesia, a los cristianos no a la imaginación judicial universal sino mejor al servicio igual de entregado, sacrificado, lleno de amor y humilde de los cristianos a sus hermanos, y en esto de hermanos no hay límites y en esto del servicio tampoco. Entonces más que hacer una escatología de este pasaje, lo cual nos haría perder el objetivo, Mateo presenta a la iglesia un texto de servicio con una perspectiva escatológica, pero no al revés, o sea, lo que importa no es al final de los tiempos la posición, si a derecha o izquierda, sino es en nuestros tiempos, lo que importa realmente es la posición respecto a los que necesitan nuestras expresiones de amor real. Lo que importa no es la posición respecto del trono sino respecto de las personas. Lo que importa no son las coronas finales, sino las llagas presentes, el sudor de ahora, las rodillas de oración, las manos encalladas a favor los unos de los otros. Leyendo unos comentarios de este texto me daban pena cuando el enfoque está puesto en el juicio, en el castigo, en los premios, y obvian el enfoque central que es el amor puesto por obras. Otros discuten aquí si la salvación es o no por obras, discusión ridícula y como decía un antiguo maestro del seminario donde estudié, discusión bizantina, cuando el tema no es el tema de la fe salvadora de la cual nuestros amados hermanos el apóstol Juan y Pablo son campeones, sino de vidas centradas no en uno mismo sino centradas en dar aunque sea un poquito de felicidad a otros. Incluso, algunos han llegado a deducciones hasta infantiles respecto a ovejas y cabritos. Estos tres primeros versículos no constituyen en este discurso evangélico el corazón y la razón de todo él, sino es a propósito de lo que será el tema central en los versículos siguientes. Obtener, entonces, conclusiones de juicio final a la humanidad no es el propósito del texto, lo que nos va a enseñar si nuestra posición es estar a la derecha, la posición del servicio y no a la de la indiferencia.
  2. El Evangelio Integral (25, 34-40). Esta palabra no es un llamado a un “evangelio social” en oposición a uno “espiritual”, otra de las discusiones bizantinas, interminables y estériles, el evangelio es uno solo y tiene todas las implicancias, y quitar una sola es anular parte de su poder transformador, que no solo quiere conquistar el corazón sino igual la economía, la educación, la familia, la política. Algunos cristianos en nombre de Dios ven que toda la sociedad se ha demonizado y la iglesia es el último refugio de los elegidos y donde resguardarse del mal, cuando la misión de la iglesia es exorcizar todos los demonios que pueden pulular en la sociedad para bendecirla, para llevarle la buena nueva, para iluminarla y no para huir de ella y de sus instituciones, sino para cristianizarlas, a sus hombres y sus instituciones. La cuestión no es evangelio social o evangelio espiritual sino el evangelio es espiritual y social, el hombre no es puro espíritu, sino es cuerpo, no solo tiene necesidades celestiales sino igualmente terrenas, incluso estas últimas cada vez se hacen más patentes, y por ellas puede llegar a conocer las eternas. “El pan nuestro de cada día” en la cátedra que nos dio Jesús sobre la oración, no es la palabra de Dios solamente sino el pan real, el trabajo, el sudor, la justicia, la previsión social, los derechos del trabajador, la honradez del trabajador que es derecho del patrón. Es, por supuesto, más cómodo un evangelio solo teleológico, celeste, doctrinal, de salvación al cielo, un evangelio así es más barato, no nos compromete, no saca de nuestro bolsillo muestras de amor sino solo el mínimo, no desgasta más que reuniones dominicales, es personal pues no necesita comunidad. Pero no es evangelio. La propia venida de Jesús a la tierra fue servir a los hombres como si lo hacía a su propio Padre. Él vio en cada hombre la impronta perdida de su Padre, pero a recuperar, a restaurar. Ahora, en esta alegoría no pide nada que Él mismo no ha hecho. Su amor a la humanidad es su amor a su Padre. No es distinto ese amor, es una extensión, incluso puedo decir que es incomprensible uno sin otro, y lo mismo ahora entonces y toda la Escritura nos declara, nosotros-Dios-hermano. En cada hombre perseguido, en cada hermano tratado con injusticia, en cada persona deteriorada en su salud, en cada ser humano que padece hambre o sed por causas de las desigualdades de este siglo, hay una fuente de amor a Dios en ellos, hay oportunidad de amar a Dios más y más, y por lo mismo así podemos llegar a entender el amor a Dios que llega a ser casi infinito.    
  3. Los Mil Juicios y Castigos son por No Amar (25, 41-46). Hay palabras que hasta a los cristianos producen escozor y son difíciles de usar para la evangelización, en verdad no hay que usarlas, pues no son para hacer teología con ellas, ni para obtener sagradas doctrinas, ni para discutir a favor sobre ellas ni su existencia, y digo esto pues hay entre nosotros algunos que defienden en forma acérrima su existencia con imágenes más sacadas de Dante Alighieri en su “Divina Comedia”, antes que de la misma Biblia y están dispuestos a aquellos que osan tratar de darle a estas palabras como infierno, malditos, fuego eterno, diablo y sus ángeles, un perfil más bíblico que tradicional y que se encuentra en las subconsciencia universal antes que en la Biblia, y están dispuesto a estos predicadores enviarlos a los mismos infiernos antes que tratar de comprender textos como estos que tampoco están destinados a establecer una doctrina sistemática sobre los temas, cuestión que no existe y para muchos temas que creemos que las hay, sino más bien el texto quiere de nuevo establecer la gravedad del egoísmo, lo grave que es separar una relación con Dios con la humanidad, esto es la religiosidad vacía y sin frutos, denota este texto la total inconsecuencia de una vida cristiana que no logra ver a Dios entre sus hermanos, en especial en los más abusados, en un mundo donde reinan las injusticias, donde unos pocos, no más de mil personas tienen la riqueza del mundo y donde dos mil millones sufren las penas del infierno en la tierra. Hace poco la revista Forbes acaba de editar la lista de los hombres más ricos del mundo que la encabeza el mejicano Carlos Slim dueño de Telmex entre otras empresas con una fortuna personal de 53.5 mil millones de dólares, y mientras que en el mismo México hay 53.5 millones que están bajo el índice de pobreza o casi indigencia. Pero no necesitamos esos anti modelos para auto evaluarnos pues que tal nosotros mismos si de nuestra pobreza compartimos con los más pobres, si estamos a la brecha a favor de leyes que hagan cada vez más justicia a los que tienen menos, en fin, hay mucho que hacer en un mundo tan rico, de tantos avances tecnológicos, pero donde igual las injusticias se han hecho aún más patentes y eso si que molesta a Dios y no puede dejar indiferente a los que le aman. Mateo escribe a la iglesia para que aún en esa pequeña sociedad de cristianos, sin muchas diferencias económicas y sociales graves, sin embargo entre ellos debía establecer igual una comunidad de amor y servicio. El servicio de justicia no es un llamado de los más ricos, los cuales muy difícil entrarán al reino de los cielos, esto es muy difícil establecerán la justicia pues su prioridad es una mayor riqueza, sino un llamado a todos, pues de alguna manera todos tenemos prójimo que necesita de nuestro amor, de nuestra sonrisa, de un vaso de agua, de palabras alentadoras, de dinero, de bienes para comer o vestirse. Jesús dijo que a los pobres siempre los tendríamos entre nosotros, siempre por lo tanto habrá oportunidad de servir, siempre habrán enfermos, siempre habrán familias desechas, siempre habrán personas con depresión, siempre habrán personas con miedos, y el evangelio que tenemos, la buena noticia, esa que nos hace bienaventurado como comienzan los discursos de Jesús, será el aliciente, serán las nuevas fuerzas que podremos compartir y que cada vez se hacen más necesarias.
II. Misión Para la Vida (desde el 7 de Marzo hasta conquistar el Juicio Final a través del amor a los hermanos) (Desde la hermosa, aunque remecida por terremotos, ciudad de Rancagua, Chile. Primera Iglesia Bautista. P. Manuel S Hidalgo C) 

jueves, enero 21

Unidos en su Espíritu

2010: Año del Bicentenario
“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.” Salmos 90:12
Ha pasado mucha agua bajo los puentes desde que el evento del 18 de Septiembre de 1810 fuera establecido como la primera expresión libertaria de la nación. Son doscientos años de historia jalonada de hechos que nos prestigian como país, como también de otros muchos que avergüenzan el alma nacional.
Los escritores de la historia chilena han dejado constancia de la variedad de situaciones protagonizadas por los dirigentes políticos y militares, por los más destacados actores de la cultura y el deporte y por una ciudadanía sufrida y a veces
impaciente en su lucha de mejores expectativas de vida.
Aunque las páginas de los periódicos y de los demás medios de comunicación han ignorado voluntariamente al vasto sector de chilenos que militan en las diferentes confesiones religiosas que no profesan el catolicismo romano, hay suficiente evidencia del aporte que los evangélicos han hecho al devenir espiritual y de servicio al prójimo, actitud que debemos mantener, procurando no involucrarnos en compromisos mediáticos con quienes detentan el poder o con aquellos que buscan alcanzarlo en las continuas elecciones que tiene nuestro calendario político.
La previa de este Bicentenario ha rememorado a los próceres que edificaron los fundamentos de la chilenidad y nos ha permitido conocer de mejor manera las condiciones en que se fueron dando las cosas. Los resultados de los vaivenes y fluctuaciones a que se vieron sometidos los dirigentes de la nación deberían ser ejemplos a seguir, o a omitir, por las generaciones actuales y futuras, para evitar tropezar con las mismas piedras que hicieron caer a nuestros predecesores.
¡Cuánta falta ha hecho escuchar la voz profética de la Iglesia Cristiana! ¡Qué escasa comprensión de la necesidad de buscar a Dios para la toma de las decisiones principales! ¡Qué pobres resultados los obtenidos debido a la permisividad que nos ha llevado a vivir en una sociedad cada vez más inmoral e injusta!
La Iglesia se ha visto limitada a actuar en sus templos, a veces por decisión propia, pero casi siempre por falta de oportunidades. Perseveremos en la oración para que la nueva conducción gubernamental abra sus oídos al mensaje que la Iglesia Cristiana entrega por medio del pueblo de Dios. Que este Bicentenario comience una etapa en que el esfuerzo sea la búsqueda de Dios y no solo se concentre en aspectos economicistas que benefician a un reducido sector de la población en desmedro de la mayoría.
Pastor Waldemar Peralta S.
Iglesia Bautista Nuevo Amanecer

domingo, enero 17